El agua es un elemento esencial para la vida en todas sus dimensiones. En promedio, el cuerpo humano está compuesto en un 50-65% por agua; en bebés recién nacidos este porcentaje llega a ser el 78%. El consumo diario de agua es fundamental, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 7.5 litros por día per cápita para hacer frente a los requerimientos en situaciones estándar y 20 litros para la higiene básica personal y de los alimentos.
El agua es crucial para la industria y la producción de alimentos. Las Naciones Unidas señalan que cada producto fabricado requiere agua. Por ejemplo, para fabricar una hoja de papel promedio se requieren 10 litros de agua. Según los cálculos de dicha organización, la demanda global de agua para la fabricación habrá sufrido un incremento de cerca de un 400% entre 2000 y 2050.
La agricultura es el mayor usuario de agua a nivel mundial, representando el 70% del total de extracción. La irrigación toma hasta 90% de agua extraída en algunos países en desarrollo. La producción de arroz, 1 kilo por ejemplo, requiere alrededor de 3.500 litros de agua, mientras que 1 kilo de carne de res unos 15.000 litros. En 2050, la agricultura tendrá que producir un 60% más de alimentos a nivel mundial, y un 100% más en los países en desarrollo. Las actuales tasas de crecimiento de la demanda agrícola sobre los recursos mundiales de agua dulce son difíciles de sostener (Naciones Unidas).
Asimismo, el agua y la energía se requieren mutuamente: el agua es necesaria para generar energía y la energía para suministrar agua.
A pesar de la importancia del agua para la vida del hombre, su utilización plantea problemas y su utilización sustentable continúa siendo un desafío. Según N.U. cerca de 750 millones de personas no tienen acceso a una fuente mejorada de agua potable y 2,5 mil millones no utilizan servicios de saneamiento mejorados en el hogar. A su vez, de un informe de la OMS y UNICEF se desprende que 4,5 mil millones de personas no tienen acceso al sistema cloacal y que 361.000 niños por debajo de los 5 años mueren por causa de diarrea en el mundo todos los años (esto equivale a dos cada tres minutos).
En Argentina, de acuerdo al Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, cerca de 7 millones de personas no cuentan con servicio de agua potable y casi 20 millones no tienen cloacas. Además, resalta que el 80% de los residuos cloacales que se generan son volcados directamente a los ríos y arroyos, sin tratamiento.
La superficie de agua sobre el planeta supera abundantemente a la continental. Pero esta abundancia es relativa: el 97,5% del total existente en el planeta es agua salada, mientras que solo el 2,5% restante es agua dulce. Del total de agua dulce casi el 79% se encuentra en forma de hielo permanente, el 20% se encuentra en acuíferos de difícil acceso, y sólo el 1% restante es agua dulce superficial de fácil acceso (es decir, el 0,025% del agua del planeta) (Greenpeace).
La escasez de agua afecta ya a todos los continentes. Aunque no hay escasez mundial de agua como tal, un número creciente de regiones sufren escasez crónica de agua. El origen del problema es a la vez natural y humano. Hay suficiente agua dulce para el planeta con siete mil millones de personas, pero se distribuye de manera desigual y demasiada agua es desperdiciada, contaminada y gestionada de forma insostenible.
Hoy, más de 700 millones de personas en 43 países sufren escasez de agua; en 2025, 1800 millones de personas vivirán en países o regiones con escasez absoluta de agua; bajo el escenario de cambio climático existente, casi la mitad de la población mundial vivirá en zonas de alto estrés hídrico para el año 2030. Además, la escasez de agua en algunos lugares áridos y semiáridos desplazará entre 24 millones y 700 millones de personas. África subsahariana tiene el mayor número de países con problemas de agua.
Frente a este problema, la iniciativa del usuario en su ámbito doméstico puede marcar una diferencia no menor, ahorrando y usando eficientemente el agua.
Se puede ahorrar agua en el hogar cambiando algunos hábitos:
- En la cocina:
– No dejar el agua corriendo mientras se limpia.
– No utilizando agua para descongelar alimentos.
– Cocinando con el agua necesaria, empleando cacerolas de tamaño adecuado con sus respectivas tapas.
– No limpiando frutas y hortalizas bajo el agua.
- En el baño:
-No utilizando el inodoro como un cesto de basura
– Duchándose en vez de bañarse: una bañera contiene hasta 500 litros, mientras que una ducha se consume entre 30 y 100 litros.
– Cerrando la canilla cuando te enjabones en la ducha y para lavarte las manos.
– Para afeitarte o para cepillarte los dientes podes usar un vaso de agua (cada minuto abierta, la canilla vierten un promedio de 12 litros).
– Emplea papel higiénico blanco o reciclado.
- En la Limpieza del hogar:
-No emplees la manguera, es preferible utilizar la escoba.
-Utiliza electrodomésticos ecológicos y a carga completa: llenando el lavavajillas y la lavadora y empleando programas que consuman menos cantidad de agua.
– No tires el aceite usado por los desagües, introducilo en un bote y llévalo a reciclar.
– Evitá los productos de limpieza agresivos.
- En el jardín:
– Empleá sistemas de riego automáticos.
- En la pileta:
– Utilizá un sistema de depuración de circuito cerrado y limpiala con frecuencia: si realizas una limpieza semanal podrás mantener el agua en condiciones óptimas durante años.
- En la limpieza del auto:
– Evitá emplear la manguera: utilizá cubos y esponjas.
Recordá algunas de las siguientes precauciones para el consumo sano de agua:
– Las canillas deben abrirse de forma periódica para garantizar la potabilidad del agua y evitar su estancamiento. Esta acción también debe realizarse para los grifos de agua caliente que llevan algún tiempo cerrados; así se airea el agua y se elimina la posible acumulación de Legionella, bacteria que se reproduce en los termos, depósitos y alcachofas de las duchas.
– Las redes de agua domiciliarias pueden acumular bacterias, para evitar que lleguen a los consumidores es recomendable dejar correr el agua del grifo durante un breve tiempo si es para beber.
– No emplear el agua caliente del grifo para cocinar, esto puede favorecer la aparición de bacterias. Tampoco es recomendable dejar reposar un vaso de agua (ni a temperatura ambiente ni en el frigorífico) para que pierda el sabor a cloro, este elemento reduce el riesgo de que aparezcan bacterias.
Fuente: Naciones Unidas / OMS / UNICEF / Greenpeace / Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda.
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