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Ante el Alerta Epidemiológica por el Hantavirus emitido por la Secretaría de Salud de la Nación y ante los casos registrados en distintos puntos del país, te brindamos el informe con los puntos más importantes a tener en cuenta para prevenir la enfermedad.
El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, causada por el virus Hanta. Los ratones silvestres (principalmente los colilargos) lo transmiten a las personas, eliminando el virus en la saliva, las heces y la orina. La misma se ha encontrado en Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Estados Unidos, Panamá, Paraguay y Uruguay. Puntualmente en la Argentina se encuentra en cuatro regiones: Norte (Salta y Jujuy), Noreste (Misiones), Centro (Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos) y Sur (Neuquén, Río Negro y Chubut).
Esta enfermedad se transmite por cuatro vías:
- Por la inhalación del virus que desprenden las haces u orina de los roedores infectados, en lugares abiertos como cerrados (vía más frecuente).
- Por contacto directo con los roedores infectados (estén vivos o muertos), sus heces u orina.
- Por la mordedura del roedor dado que su saliva transmite el virus.
- Por vía humana: el contacto directo y cercano con una persona infectada en los primeros días de los síntomas.
Los síntomas incluyen fatiga, fiebre, dolores musculares principalmente en cadera, muslos y espalda; escalofríos, dolor de cabeza, náusea, vómito, dolor abdominal y diarrea. Normalmente no presenta congestión nasal ni resfrío. Luego de los primeros días de la infección puede presentarse dificultad para respirar que puede ir agravando hasta derivar en el llamado Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus. Este último es un cuadro grave en el que la persona no puede respirar y comienzan fallas cardíacas y muy baja presión. Según la Organización Mundial de la Salud la tasa de mortalidad del SCH es del 38%.
Actualmente no existe un tratamiento específico por lo que las personas infectadas deben ser tratadas inmediatamente en hospitales que idealmente cuenten con unidades de terapia intensiva. Los pacientes deben recibir un amplio espectro de antibióticos mientras se confirma el diagnóstico. Su atención en las etapas iniciales del virus deben incluir antipiréticos y analgesia según sea necesario. Por lo tanto la prevención es de suma importancia. Las medidas más eficaces son las siguientes:
- Evitar la convivencia, el contacto con roedores y buscar reducir la población de los mismos.
- Eliminar elementos que puedan atraer roedores cerca de casas (alimentos, basura, etc.).
- Tapar los orificios de las viviendas en puertas, cañerías y paredes.
- Usar protección adecuada en labores o paseos por el campo o zonas de actividad agrícola.
- Realizar las tareas de limpieza con una parte de lavandina por cada nueve de agua (dejar treinta minutos y luego enjuagar). Se recomienda humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.
- Si vive en zonas rurales se sugiere colocar huertas y almacenar leña a por lo menos treinta metros de la vivienda; cortar pastos, malezas hasta un radio de treinta metros. También ventilar viviendas y galpones que hayan estado cerrados al menos media hora, y cubrirse la boca y nariz con barbijo N95 al ingresar.
- Al realizar este tipo de tareas lavarse las manos con agua y jabón.
- Si acampa hacerlo lejos de pastos crecidos, maleza o basurales; no dormir directamente sobre el suelo y consumir solamente agua potable.
- En caso de encontrar un roedor vivo no tocarlo o golpearlo; hay que usar veneno para roedores o trampas.
- Lavar latas, botellas, envases de tetrabrik, frutas y verduras antes de su consumo.
- Y si se encuentra un roedor muerto rociarlo con lavandina junto con todo aquello con lo que haya podido estar en contacto y esperar mínimamente media hora. Al recogerlo usar guantes y enterrarlo al menos a treinta centímetros de la superficie o quemarlo.
Fuentes: Organización Mundial de la Salud, Ministerio de Salud de la Nación.
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